Margarito Grill Market Valencia

Proyecto de interiorismo y desarrollo de imagen de marca del restaurante

Partimos de un restaurante ya existente, de concepto y distribución muy diferente a lo que los propietarios de Margarito querían conseguir para su restaurante de Valencia. Por lo que la actuación realizada por Tres Cinco Uno consistió en redistribuir y rediseñar al 100% zonas interiores, terraza y fachada.

Nuestro objetivo fue crear un espacio de estética más actual, con dinámicos flujos de circulación y teniendo en cuenta que, Margarito Valencia era una evolución de su hermano mayor, Margarito Bilbao, y teníamos que adaptar el concepto a su nuevo emplazamiento.

En cualquier proyecto de interiorismo para restaurantes, la oferta gastronómica que ahí ser ofrece es clave y se tiene que ver reflejada en el ambiente. Margarito es producto, es tierra, es km 0, es real food y es alimentación saludable. Por lo que quisimos que el local fuera el transmisor de esa filosofía. Esta es la razón de la paleta de colores utilizada en todos los elementos. Colores provenientes de la tierra: ocres, terrosos, amarillos, con alguna que otra pincelada verde. En definitiva, colores de la huerta valenciana en sus diversas estaciones del año y tiempos de cultivo.

Un gran olivo nos recibe nada más cruzar la puerta principal y a partir de ese instante ya se percibe ese ambiente mediterráneo que buscábamos. Unas jardineras con vegetación más de secano y de mata baja nos guían hacia al interior del restaurante generando un agradable recorrido por toda su extensión, tal y como lo harían las matas en los caminos de los campos de cultivo valencianos. Toda esta vegetación nos ayuda a crear un ambiente natural, fresco y a ser consecuente con la gastronomía del restaurante.

Además de la frondosa vegetación que decora el espacio, nos apoyamos en grandes tapices artesanales en colores ocres y tierra para crear un ambiente acogedor y cálido. Una forma sencilla y resolutiva de tratar las paredes y continuar con nuestro hilo conductor del proyecto que era  el terreno.

Pero si algo llama la atención del interiorismo de Margarito es el juego de espejos circulares realizado. La finalidad era hacer un sutil guiño a los espejismos que se llegan a producir en los campos de arroz de la albufera en tiempos de Perellonà. Con la disposición de los espejos, logramos reflejos infinitos de los que estamos muy satisfechos.

Las paredes de la sala también están vestidas con fotografías de vistas aéreas de campos de cultivos valencianos,  en las diferentes cromáticas que se generan según la temporadas del año. Además, como la materia prima es tan importante en la filosofía de Margarito, quisimos rendirle homenaje decorando también las paredes con láminas enmarcadas de tubérculos, lechugas y coles. Como por ejemplo la de los baños.

Cabe también destacar, las piezas de alfarería que decoran el salón. Fueron realizadas por un escultor de la zona bajo nuestra dirección artística. Las esculturas están inspiradas en la naturaleza y representan semillas en germinación, raíces y ramas.

Se pretendió diseñar un espacio versátil y que se pudiera amoldar  a todo tipo de público y diversas situaciones, desde una comida de trabajo, familiar, una comida con amigos o una velada romántica. Todos ellos debían tener y tienen cabida en este concepto.  Se utilizaron bancos corridos para dar juego a diferentes configuraciones de mesas, bancos enfrentados para comidas más íntimas, mesas redondas y bancos semicirculares completan un espacio más dinámico para comidas con amigos y familiares.