Almanac X Prague
El hotel Almanac X Prague es un edificio histórico situado en el centro de la ciudad de Praga. En su interior alberga una gran variedad de espacios. Entre ellos, las 204 habitaciones, la cafetería, las salas de reuniones y el spa entre otros.
PRAGA COMO PUNTO DE PARTIDA
El concepto sobre el que se articula el diseño es la propia ciudad. Praga como punto de partida. La hermosa ciudad Europea es un mar de referencias, que han servido de inspiración y pieza clave en la creación del interiorismo.
En concreto, su característica arquitectura es uno de los aspectos que más peso tiene dentro del desarrollo del concepto. Otro rasgo muy identificativo de la ciudad, y que sirve de inspiración, son los diferentes colores de las fachadas de los edificios de la cuidad.
Puesto que se trata de un edificio histórico, la intervención debía convivir con los elementos protegidos estilo Art Déco. Teniendo este hecho siempre presente, la propuesta que se plantea para las habitaciones es una combinación de materiales, colores y texturas que coexisten a la perfección con los elementos preexistentes. Esto da lugar a estancias con diferentes tipologías según los acabados empleados.
Así pues, se escoge el tono azul verdoso para generar una faja a modo zócalo decorativo, que imprime elegancia al espacio. La madera de roble es la elegida para el pavimento, y se opta por una colocación en espiga.
Para el diseño de los armarios se intercala la madera pintada en el mismo tono azul verdoso, y se rematan con grandes tiradores fabricados ad-hoc. Con ello se consigue que todo el mobiliario esté integrado y forme parte de la elegancia del ambiente general. Evitando elementos que puedan resultar discordantes.
En cuanto al resto del mobiliario, para las mesas se ha optado por madera negra en con- traste con el gran sofá en forma de diván, tapizado en color blanco.
Para el cabecero los materiales elegidos son la piel y se ha complementado con un gran espejo biselado clásico, para rememorar el ambiente clásico del conjunto.
Para el diseño de los baños, la decisión fue generar un espacio que creara contraste con las habitaciones. Por este motivo, se ha elegido un estilo minimalista y que aporta simplicidad.
Otra de las zonas en las que se ha intervenido ha sido la cafetería Elias. Es el lugar más vinculado al exterior y abierto a cualquier visitante del hotel, con independencia de ser o no huésped del mismo. Por esta razón, se busca crear un espacio luminosos y acogedor. Aquí la elección de colores son los tonos miel que generan un flujo continuo de la luz, combinado con madera de roble, alicatados artesanales. Dando lugar a un espacio inmersivo que evoca los tonos dorados del estilo Art Déco.
En la planta baja, el número de elementos protegidos es menor, por lo que la actuación se basa en generar una serie de elementos que, lejos de buscar imitar los ya existentes, conviven de manera armoniosa.
Partiendo de esta idea, se diseña el lobby como una gran instalación artística dónde los fondos se revisten con cortinas de las que se descuelgan obras de arte, seleccionadas ex profeso con artistas locales.
Para el mobiliario de este espacio se han escogido piezas que complementen la escena por sus colores claros y terracotas. La gran obra que preside el lobby es de la artista Lucie Jindrak Skrivankova, realizada en exclusiva para decorar esta zona del hotel.